Italia fue la cuna para el Barroco, para ser mas específicos surgió en Roma a finales del siglo XVI. El arte esta ahora mas cerca de la sociedad y del pueblo y refleja la época de crisis. El Barroco italiano representa y logra la unión de todas las artes en un todo, como lo es El Baldaquino de San Pedro que representa arquitectura, escultura y pintura a la vez.
Es un arte dinámico, movido, fugaz, antiestático, que pretende hacer aparente la realidad y encubrirla en un mundo de fantasía. Es el arte de mezclar lo verdadero de lo probable para convencer al espectador. El naturalismo de las cosas es su principal característica.
La arquitectura Barroca Italiana se divide en 3 periodos: Periodo de transición (1600-1625), Alto barroco o barroco pleno (1625-1675), y Barroco tardío y Rococó (1675-1750). Dos grandes exponentes de la arquitectura barroca fueron Bernini y Borromini, ambos muy diferentes, únicos y especiales.
Bernini también fue el maestro de la escultura Barroca Italiana donde los demás eran influenciados por el. Algunas características de esta son la asimetría y distintos puntos de vista, el detalle, el movimiento y superficies de varias calidades.
En la pintura barroca italiana nace un afán por expresar el movimiento, la profundidad, y los detalles. Por eso utilizan elementos como la luz para efectos dramáticos, la perspectiva aérea para crear sensación de profundidad, y la calidad de las texturas donde prefieren texturas que contrasten, surcos o grumos. Caravaggio fue de los principales exponentes.
E. Valdearcos, “El arte barroco”, Clio 34, 2008. http://clio.rediris.es. ISSN 1139-6237
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